martes, 25 de marzo de 2008

A 32 años. La logica politica, del analisis politico.


He comenzado a pensar que en la lucha ideológica, las ideas no se refutan sino que se cuestionan. Lo primero es extraordinariamente soberbio, lo segundo es extraordinariamente ambicioso.
Así de ambicioso será este artículo. A tal punto que pretendo encontrar el punto de análisis de la materia planteada, de manera de no caer en un análisis profundo sobre cuestiones superficiales o peor aún, en un análisis superficial, sobre cuestiones tan profundas,

El común de los intelectuales, se inquieta en señalar la importancia del estudio de la historia en el presente y en el futuro de una sociedad. Ella nos depara una enseñanza, una señal. El problema no es ese, ni la discusión se limita a ello. El inconveniente es que todos vemos la historia de distinta manera. Por ende, extraemos de ella dispares enseñanzas. Contradictorias, opuestas y discordantes.


Treinta dos años pasaron de la etapa más horrenda de la historia argentina. Los 70, verdadera década infame, cúmulo de ideología, corrupción y violencia. Cúmulos de odios, errores y espantos.
Cuando lo ilegitimo y lo ilegal es lo oficialmente institucionalizado, no cabe más que una reacción, igual de ilegitima e ilegal.
En Argentina, ¿en base a que parámetros caratulamos a un gobierno de ilegal e ilegitimo? ¿Puede considerarse legítimo, a un gobierno como el de Videla, por el simple hecho de que la mayoría de la población, de por aquel entonces, estaba a favor del golpe?
Desde un punto de vista weberiano, diría, que un gobierno es ilegitimo e ilegal, cuando no se constituyó, por medios democráticos, ni respetó procedimiento preestablecidos constitucionalmente.

Aquí yace la justificación de la subversión. El que se subleva a un gobierno ilegitimo y violento, esta legitimado por más que use métodos violentos. De alguna manera es una extensión lógica de un pensamiento lógico, alguna vez adoptado por un prócer argentino. “Para derrotar a la barbarie, hay que ser mas bárbaros que ellos”.

El pasado ha señalado la posibilidad de que fines saludables sean alcanzados por medios violentos e inmorales. Barrington Moore, “Los Orígenes Sociales de la dictadura y la democracia”, describe, como el sufrimiento y la destrucción del campesinado en Inglaterra, productos del cercamiento por parte de los altos terratenientes inescrupulosos, ha contribuido, a la larga, a la conformación de una sociedad relativamente libre y democrática.

Un argumento muy utilizado por el sector progresista llama poderosamente la atención. El golpe militar del 24 de marzo del año 76, no fue hecho para derrotar a la subversión, pues ésta ya estaba prácticamente destruida, sino que fue ejecutado para instaurar un modelo económico.
Razono, en base a la primera parte de esta proposición. Si al momento del golpe, los grupos subversivos tenían su capacidad armada sumamente limitaba, es por que antes del golpe se enfrentaron al Estado. Pero el gobierno del Estado, anterior al golpe, era democrático, y había sido elegido por medios constitucionalmente previstos. Entonces ¿estaba justificada la violencia subversiva?

José Pablo Feinmann en su insigne ensayo sobre la violencia política, titulado “ la Sangre derramada”, derrama altos niveles de tinta para salir de este meollo. Los grupos armados revolucionarios, deben utilizar la violencia, la partera de la historia, para derrotar a un sistema –democrático- capitalista, burgués- que en si mismo genera violencia. La violencia es culpa de la desigualdad provocada por el capitalismo, según Feinmann.
Resulta que, contemporáneamente a la aparición de los grupos armados, en la Argentina vivíamos dentro de una etapa, que muchos historiadores de la economía, han dado en llamar . Que en teoría defiende al asalariado, que propaga la intervención del Estado en la economía con el fin de rescatar a los pobres y disminuir la desigualdad a través de políticas activas de distribución del ingreso. Sistema actualmente acérrimamente defendida, por muchos seguidores del gobierno oficial, entre los que se encuentra, ex militantes setentistas, como Bonasso y Verbitsky.
Si la aparición de los grupos subversivos es a causa de un sistema que genera desigualdad, ese sistema sería el Estado de bienestar, contemporáneo al inicio del accionar subversivo. Puede inferirse entonces, que este sistema, para el progresismo, no logra solucionar los vicios del modelo liberal o no lo logró en aquel entonces.

La postura actual del progresismo con respecto a este régimen económico, pareciera ser otro.

Sin embargo esta contradicción no tiene demasiada importancia. Para un auténtico revolucionario como Santucho, siguiendo a Trotsky, el Estado de bienestar no nace para destruir al capitalismo, sino para salvarlo, lo cual lo transforma en un régimen reaccionario.

Por ende la violencia seguirá siendo justificada.

Según Feinmann, sin igualdad no hay libertad. Y la igualdad hay que lograrla a sangre y fuego. Se considera la necesidad de suprimir la libertad con el fin de lograr la igualdad. Que es sino Cuba.
No hace falta salirse de la izquierda para refutar a la izquierda. Marx decía en 1844 “no somos de aquellos que quieren destruir la libertad personal, y hacer del mundo un gran cuartel, o un gran taller. Existen comunistas que niegan la libertad personal, Nosotros no tenemos ganas de comprar la igualdad al precio de la libertad”.

La segunda parte de la proposición sostiene que el golpe del 24 de marzo, fue planeado para instaurar un modelo económico. Así lo entiende Jorge Schvarzer, “Martínez de Hoz, la Lógica Política de la Política económica”. El golpe de Estado, tiene entonces, causas económicas.

Cuestiones pre-interpretadas, deben ser analizadas para entender esta cuestión.
Sebreli, en El Vacilar de las Cosas, en un párrafo sin desperdicio trata la cuestión. “Las izquierdas están incapacitadas para elaborar una adecuada teoría del Estado en tanto no abandonen el modelo del factor único, del determinismo económico, de la última instancia, y aprendan a pensar, en términos políticos, no en la primacía de lo político sino en la interrelación, dialéctica entre lo económico y lo político, de la autonomía relativa de la política. La total subordinación de lo político, a lo económico social, la política considerada como mera superestructura, esta en el origen de la imposibilidad teórica de la izquierda para hacer una critica a fondo del régimen ruso, así como también de comprender el fascismo o los populismos, y finalmente explica el desden que sienten por la democracia política, en la que solo ven ilusión y engaño”.

Por otro lado avalar la tesis del neo liberalismo de Martínez de Hoz, implicaría caer en la predisposición propia de los intelectuales de sobrevalorar la influencia de las ideas a los acontecimientos políticos. Una interpretación mas realista, (y en toda esta parte del articulo sigo a Sebreli), nos permite afirmar que estos son motivados por una configuración de factores entre los cuales esta el peso de la idea, pero estas solo pueden actuar en determinada situación que no depende exclusivamente de ellas. Aunque las ideas no son solo, producta de esas circunstancias y factores, - como pretenden los deterministas- y por lo tanto ejercen una acción por si misma, a su vez son inevitablemente deformadas tergiversadas y hasta corrompidas por las condiciones en la que se desenvuelven y los propósitos de quienes las difunden. Las ideas interactúan con y por los factores no ideológicos, y el resultado de esta interacción va a ser algo totalmente nuevo o distinto a lo que se propuso el individuo el grupo que los creo.

Es indudable que siempre existe un desfasaje entre el modelo teórico y la realidad, que toda idea cuando se pone en práctica se deforma. Pero hay ciertos límites pasados los cuales, no es posible seguirle dándole la misma denominación., ¿Por qué seguir llamando neoliberal a un gobierno que no solo no privatizó, sino que incluso estatizó, mantuvo un sistema cambiario sumamente rígido, con un código aduanero enmarañado de regulaciones? ¡Que más valdría llamarlo con otro nombre!

El fracaso económico del horrendo gobierno militar, como todos los gobiernos argentinos, incluso democráticos, fue producto de su torpeza y no por el fracaso de las ideas económicas en si mismas. Por ende en Argentina, el fracaso de una teoría en la práctica, no siempre se convierte como lo pretende Leszek Rolakowski, en un argumento en contra de sus propias premisas.
Por otro lado debe recordarse que el heroísmo y el martirio, por la que han pasado miles de militantes anónimos, son motivo más que suficientes de reclamo de justicia, pero nunca son prueban de la verdad de una causa.
El fracaso de los 70, repito, no fue económico, sino moral. Ambos bandos subordinaron los medios a los fines.

Tanto la izquierda como la derecha deben aprender del valor de la democracia, que implica que los medios, son un fin en si mismos. Por el simple hecho de que el hombre no puede ser usado como medio, pues él es un fin en si mismo.

El discurso de Cristina Fernández de Kirchner, en la reunión del grupo Río, con motivo del conflicto Ecuador Colombia, marca una evolución, saludable, de este pensamiento: “A la ilegalidad, se la combate con Legalidad”. (Cristina Kirchner).

Nuestra Presidenta, a pesar de que algunos de sus simpatizantes, adscriban a un romanticismo anti-iluminista y a un redentorismo mesiánico, ha demostrado tener fuertes atisbos de modernidad. Bienvenidos sean.




José Guillermo Godoy.
Presidente de CEIN TUCUMÁN.
Integrante del Programa de Lideres locales
de la Fundación Atlas 1853.

No hay comentarios: